Bueno... Una amiga me dijo que hiciera un blog para publicar mis fics... que más que fics, son historias (divagaciones mentales) basadas un poco en lo que escucho, lo que veo, en el día... mi ánimo... en fin, son leseras sin mucho sentimiento que tarde o temprano llegan a un cayejón en el cual no se como seguir...

No soy muy buena con las letras... pero ese vacío puede ser bien tomado como un final :D...
como sea, ojalá ke el lector lo disfrute...

Dedicado a los amigos n.n!!... aunke solo unos pocos lo vean...

Sláinte!
(B)x(B)


pd: lo rojo son historias sueltas... y todo lo ke este en un solo tono (salvo el rojo) es una historia en continuidad

viernes, 6 de agosto de 2010

Drømmer

De pronto me vi en un escenario nuevamente desconocido para mí. Estaba en aquel palacio antiguo, pero esta vez el silencio inundaba cada rincón, los pasillos ya no eran iluminados por velas, sólo la luna llena que se filtraba entre las ruinas de la obra arquitectónica. Un escalofrío recorrió todo mi ser y ya no me animaba a explorar las instalaciones; sólo quería salir de ahí, huir, lejos.
Llegué hasta el final del pasillo y me encontré con una enorme y pesada puerta, no era la que buscaba. Me di la vuelta y corrí hasta el otro extremo del pasillo encontrándome con una escalera en descenso al pasar, entonces bajé apresuradamente pensando que llegaría al primer piso y así poder salir de ahí. No fue así, era una especie de subsuelo, un calabozo... extraño ya que tenía un acceso abierto con amplia vista de toda clase de maquinas de tortura medievales, pero luego recordé que originalmente era hogar de vampiros, chupa sangres, reyes de torturas y quien sabe que otras practicas tórridas que no debe interesarles ocultar. Me encontraba en un dilema, ¿explorar... o no explorar?. Vote por mi cobardía ya que aquel pasillo se veía aun más tétrico que el piso anterior y recordaba que la última vez que estuve ahí, se libró una batalla épica que quizá todavía podría continuar ya que no sabía ni que día ni que hora era, por no mencionar que no había señal del año en curso. Subí lo más rápido que pude rogando por no tropezar y caer escaleras abajo nuevamente. entonces gire a la derecha, buscando una salida al final del pasillo. ¡Maldición!, estaba atorada. Mi valentía no estaba conmigo desde que llegué, así que podría decir que fue la peor de mis pesadillas; y como era de esperarse, además de mi psicosis, todo empeoró.
Me senté en el suelo sollozando, procurando no hacer mucho ruido, desesperada por no hallar una salida, atrapé mis piernas con mis brazos hundiendo mi rostro para que nadie (si que cabía la posibilidad de que hubiera alguien) me viera. Cuando hube levantado la cara para pensar con más claridad, mis ojos se toparon con algo que brillaba a lo lejos; dos puntos dorados, muy brillantes a una distancia considerable de mi, se veían a la misma altura que mi mirada, y un gruñido hacía eco... un oso pensé, pero luego caí en la cuenta d haber leído una historia que relacionaba directamente a los vampiros con los licántropos, y, claro, era luna llena... Genial, un lobo, y parecía hambriento y furioso; daba igual, si el vampiro ya no me había matado, lo haría esta bestia de todos modos. Vi como esos soles se movían a gran velocidad acercándose e instintivamente me cubrí el rostro y chillé más fuerte de lo que jamás pensé que podría, esperando que así me protegería del ataque.
Bueno, en cierto modo, me salvé. Había despertado en una habitación pequeña, privada, muy blanca por todas partes con un tubo conectado a mis brazo entregándome una dosis de sangre. Comprendí que no podía moverme y sólo debía esperar a que apareciera algún médico. Examinado el techo por largo rato, trataba de recordar cuales eran los acontecimientos que me habían llevado hasta allí, y también debía pensar en una excusa de por qué hice explotar un auto, robe un arma y la disparé, aparentemente, en contra de un hombre que, quizá, estaría afuera descaradamente esperando por mi recuperación... junto a un abogado. ¡Maldito chupa sangre! me había hecho creer que me había convertido, sin embargo todo había sido una farsa, aquí estaba yo, en un hospital recuperándome de mis heridas como una humana común y corriente. Stel. De un momento a otro me vino su imagen a la cabeza, su cuerpo desvanecido sobre su cama, chorreando las ultimas gotas de sangre. Me pregunto si habrá muerto o bien esta recuperándose en alguna otra habitación...
De pronto entro la enfermera y me vio, me comenzó a hablar con tono de sorpresa pero sin dejar de hacer sus deberes, cambiar algunas flores, cambiar sabanas limpias, me movió con sumo cuidado para no herírme, me dijo que había estado muy delicada el último mes y que le sorprendía como perdía sangre constantemente
-Pero más me sorprende el hecho de que haya despertado. Lleva interna al rededor de un mes y medio, sus padres vienen a visitarla cada vez que pueden. El medico les dijo que era muy probable que usted siguiera en un sueño eterno y...- hizo una pausa prolongada mientras buscaba las palabras correctas -Disculpe mi intromisión, pero... ¿usted recuerda algo del accidente de aquella noche?- el hecho de que haya pasado tanto tiempo me facilitaba mis preocupaciones previas. No necesitaba decir nada más que un "no... no recuerdo nada..." La enfermera se acercó e hizo un chequeo rápido a mis pupilas y algunos aspectos generales mientras seguía contándome algunas cosas, como que al parecer tenía una nueva enfermedad ya que mi piel se había adelgazado mucho y que por eso estaba muy sensible a la luz solar o a cualquier fuente de lumínico-calorífica y que ahora que estaba despierta podría dejar de alimentarme por un tubo y comenzar a comer normalmente, también me advirtió que no estaba absorbiendo los nutrientes como se debía y que todo esto le preocupaba mucho al medico que pronto vendría a revisarme. Cerró la puerta tras de si y me quedé sola nuevamente. No le había preguntado si alguien más vino a verme (Amadeus) ni que fecha ni hora eran, ni cuando volverían mis padres... los había olvidado por mucho rato y ahora los extrañaba tanto que quisiera verlos de inmediato.
En un rato, entró la mima enfermera de hace unos instantes acompañada de un doctor; me inyectaron un sedante o algo que me hizo dormir nuevamente... No desperté muy luego en realidad...

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